Odio a los tíos. Rotundamente. Los odio. Son gente rara. Sin sentimientos. Con unas ganas tremendas de romper los de los demás. Juegan, se divierten y se ríen entre ellos. Mientras nosotras lloramos. Nosotras soportamos todas las criticas, para que ellos nos la paguen dejándonos con el corazón roto por otra chica que le de la mas que tu. Solo quieren a lo que van. Si no les das eso, prueban suerte con otra chica mona. Hijos de puta son todos. Me cagaría en ellos, pero no hay suficiente mierda para taparlos a todos. Son repulsivos, putones y agresivos, pero los quieres igualmente, ese es tu punto débil. El que te arrastra a ellos, y cuando te enamoras no puedes escapar. Y hoy, todo el mundo estará bailando borracha por la calle, gozando. Y yo, aqui, castigada. Llorando. Por un puto gilipollas. Yo no soy segundo plato de nadie.
Los tíos te enamoran, te mienten y asi cogen ventaja. Es su truco. No te puedes fiar de nadie. Hijo de puta. Pero no puedo decirte que te folle un puto mono chiguaca verde y te salga sida, porque yo te quiero. Y ya es tarde para excusas. Si lo hubiera sabido me habría quedado en el día de ayer, parada en el tiempo: junto a ti...
Pero no cambiaría nada, seguirias estando con otra, por lo menos yo no lo sabría.
Brian.
No hay comentarios:
Publicar un comentario