Aprendí a tener cojones. A decir que no a las inquietudes. A hacer esperar a quien debía decir que si. A arriesgar me y confiar en la suerte. A pasar de quien más difícil se me hacia. A ignorar y girar la cara a miradas desorientadas. A espiar por la mirilla a aquellas dudas que me atestaban. Aprendí que quien no arriesga no gana. Que quien no demuestra poco gana. Me enseñaron que si no pisas te pisan, pero también puedes pegar ostias. Me dijeron mil palabras y luego no cumplieron ninguna. Me hicieron tantas ilusiones que ya me saben a desgana. Me dijeron planes de futuro y luego me trataban como la mierda. Se aprovecharon de mi por ser tan buena pero yo les gane por experiencia.
Las cosas prohibidas son las más apetecibles pero también las más peligrosas, y también las que más me gustan. Dile que no, vuelvelo loco, tengo ganas de vivir, de crear nuevos recuerdos y divertirme. De aprovechar en un minúsculo tiempo, todo el que perdí con la persona equivocada. Quiero bailar, saltar, no tener que preocuparme de nada y dejar todo que fluya. Dejar que el tiempo pase y vea mis suspensos y tu cara de amargado por no haber aprovechado el tiempo. Yo no me arrepiento de nada. Yo ahora sólo quiero vivir, sentir el viento en mi cara, reírme hasta que me duela la tripa. Sólo quiero sentirme viva, y eso sólo no quiere decir seguir respirando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario