Sientate, ven conmigo. Tranquila. Respira hondo. Estoy contigo. No estas sola. Todas pasamos momentos difíciles. Hay muchos Gilipollas sueltos. ¿Sabes? Creo que si que lo sabes. Y muy bien. Yo no vengo aquí a que me cuentes tu historia, ni a que me des explicaciones de nada. Yo solo vengo a darte un consejo de amiga. Los tíos son idiotas. Y como tu bien sabes yo siempre me junto con los más Gilipollas aún. Te preguntarás porque, o igual te importa un carajo. Yo no he venido aquí ha hablar de lo mio. Yo solo vengo a darte un consejo de amiga.
Yo, he aprendido mucho. Aunque no te lo creas. Porque como bien me conoces siempre acabo perdonando. Era idiota, y me sigo sintiendo al haber creído idioteces. Pero como bien sabes, cuando quieres a alguien, tu corazón no entiende de leyes, ni de normas. Simplemente lo quiere y punto; sin ninguna circunstancia. El corazón va a su ritmo, va a destiempo, nunca te dice cuando aparecerá. Y cuando aparece, te das de bruces contra una pared. El amor es la manera más bonita de complicarse la existencia. ¿Para qué lo necesitamos? ¿Para qué la otra persona no nos quiera y acabemos sufriendo? Bueno, eso de sufrir... Tú, que como otra chica cualquiera que somos tan orgullosas: hay 8.264.862.852 personas en el mundo, ¿Y vas a dejar que una te haga sufrir? No pequeña, eso no es para ti. Si juega a ignorarte se arriesga a que ganes. Si no te habla no te extraña. Si te quiere, no vayas detrás. Simplemente Jodele. El pasa de ti. Pues tu de el más. ¿O no? ¿Donde esta esa chica? Creo que no se ha perdido. No seas tonta, que tu eres más lista que toda esa cuadrilla junta. Sólo son críos, son putones. Bueno, de putones no hablo que los míos también son finos. Pero son los que más cariño les coges. ¿O no? ¡Admitelo!
Y sabes, si el amor no es correspondido, será por algo. Quizás al destino no le gusta el para ti. Eso será por algo. Piénsalo, tú te mereces a un chico mejor, no a uno que cuando estaba con otra chica se te abalanzaba borracho, te hablaba o tonteaba con otras chavalas. Te lo puede hacer a ti, si. Pero.. ¿A qué te gustan los retos? Eso se que te da igual. El amor es así de imbécil. Consigue hacer que las cosas que no soportarías no te pesen nada.
Pero, yo creo que ya va siendo hora de dejar de sufrir por chicos que no merecen la pena. ¿Merece que estés esperando un mensaje suyo? No, no querida no. Es hora de reconstruir ese pequeño corazón, tienes que demostrarle al mundo we no te ha rendido, que con esto aprendes. Aprendes a que primero te hacen como que te quieren y luego ni te hablan. Que ni ninguna promesa, ni ninguna palabra, ni siquiera un borracho es capaz de decir verdades siempre. Aprende que no dejes ninguna amiga por el camino, que ningún amor por fuerte que sea se merece romper una amistad.
Aprendes que no te tienes que rebajar a ninguna altura. Aprendes que tu vales, y que te tienes que hacer valer y quien no lo acepte
De Patitas A La Calle. Que hay muchos tíos. No pienses que sólo acaban ahí. Sabes como son esos. Te estas arriesgando y yo no te digo que pares, porque sería hacer lo que yo nunca hago. Y contradecirse a mis propios consejos.
El amor es muy irónico pequeña, empiezas con odiarlo, con pensar que nunca en tu vida jamás de los jamases estarás con el, o que te gustara una milésima parte. Cuando sientas eso hacia un chico, yo por lo menos suelo tener miedo. Porque acaba siendo siempre lo mismo. Llega un día, en el que no te manda su mensaje de cada noche o que no se conecta, o simplemente no te habla. Pasa algo, que te hace sentir molesta. Quieres ese mensaje. Pero no llega. Confusa, haces como sí no te importara, hablas con otras personas pero acabas aburriendo te. Te falta algo. Miras su contacto, esta conectado y te habla. Notas que esta soso, no como otros días, sigue molestándote ese pequeño detalle y te das cuenta de que te preocupas por el. Estas pendiente de él. Hablas con él y disfrutas. Sonríes. Y te vas a la cama con su buenas noches. Te duermes rápido con ganas de verle al día siguiente. Luego te enamoras, pensabas que tu le gustabas. Con todas esas cosas que te ponía, con todo eso que hablabais. Llega un día y se lía con otra. Te sientes fatal. Y te das cuenta que en contra de tu voluntad, tu habrías querido ser esa chica afortunada. Y aún, no te lo crees y dices diciendo que no te gustas de el hasta que llega un momento en el que te cansas. Y lo admites. Admites que te gusto ese chico, ese que tu cabeza sigue diciendo jamás de los jamases pero tu corazón sigue diciendo 'lo quiero.' Y con el tiempo, cuando ha pasado bastante y ya estas con otro te das cuenta que lo sigues queriendo. Hasta qué llega otro, otro que empieza con la misma historia. Que acabas arrepintiéndote de haber sido tan tonta hacia el, y viene otro. Otro igual.. Y así, constantemente.
Hay tanto que hablar sobre el amor, pero yo no quiero darte ninguna chapada. Que yo tengo temas para aburrir. Sólo decirte: tú eres muchísimo mejor que cualquier Gilipollas, que no te amarguen. Sonríe¿vale?